GRIS, el hermoso videojuego español que deleita tus sentidos
Siendo el sector de los videojuegos el más importante a estas alturas en ventas de todos los sectores de la industria cultural, superando a la música y al cine, es normal que cada vez aparezcan más estudios tratando de hacerse un hueco en el negocio. La mayoría se dividen entre grandes estudios, con decenas de trabajadores, que son los encargados de sacar los juegos más potentes, los llamados Triple A, y equipos más pequeños, los estudios independientes donde suelen trabajar solo unos cuantos trabajadores, y cuyos juegos son más baratos, y llaman la atención por su originalidad.
En España tenemos un buen puñado de estos estudios independientes que han logrado sacar la cabeza y mostrar juegos verdaderamente especiales. Uno de ellos es Nómada Studio, radicado en Barcelona y con muy buenas críticas a sus primeros trabajos. En los últimos meses, Nómada Studios ha obtenido una fama a nivel internacional gracias a su último lanzamiento, un evocador juego llamado GRIS, que más que un videojuego es una verdadera obra de arte en la que nuestros sentidos se subliman con lo que vemos, con lo que oímos y sobre todo, con lo que podemos sentir cuando estamos en medio del juego.
El arte hecho videojuego
Nomada Studios tuvo muy claro que el concepto de GRIS sería el de una aventura gráfica, con especial valor del propio arte, las animaciones y los gráficos. Evocando a unas preciosas acuarelas, caminaremos por escenarios llenos de detalles, en el viaje que emprenderemos junto a GRIS, la protagonista del juego, una chica que parece estar perdida en su propio mundo, en su propia vida, y devastada por un terrible acontecimiento que la dejó completamente destrozada. El arte del propio videojuego, desde el vestido de la protagonista a los escenarios, refleja en cada momento el sentimiento por el que pasa.
Gracias a esta maravillosa concepción del arte no como algo simplemente bonito, sino como una parte indispensable para entender el juego y disfrutarlo, GRIS ha llamado muchísimo la atención, y no es para menos, porque es una verdadera joya en ese aspecto. Por suerte, también destaca en el resto, con una animación cuidadísima y fluida que nos hace jugar de una manera mucho más rápida y sin parones. Lo mejor es dejarse llevar y profundizar en el juego.
Conrad Roset y su estilo visual
El artista catalán Conrad Roset ha conseguido convertirse en uno de los ilustradores más demandados y populares del mundo, gracias a un trabajo espectacular que se ha ido expandiendo, sobre todo en los últimos años, hasta conquistar las galerías y museos de todo el mundo. Desde Nomada Studios entendieron que era el artista perfecto para llevar a imágenes su historia, y así es como Roset ha estado trabajando durante meses para la preparación de este videojuego tan preciosista, con ilustraciones marca de la casa.
El estilo visual del juego es minimalista, pero a la vez muy colorido, con unos gráficos que nos evocan constantemente el estilo de acuarela, y con una relación muy intensa entre la historia que se cuenta y el color o colores que predominan en cada nivel, algo que por supuesto, va cambiando. Roset ha aportado su sabiduría y su talento a un juego que por otro lado, se ha completado con la participación de otros grandes artistas barceloneses, el trio Berlinist, que ha aportado todo su gusto musical al juego.
La fantástica música de Berlinist
Un juego tan completo como GRIS no podía estar huérfano de una buena banda sonora, y para ello, Nomada Studios confío en el grupo experimental Berlinist, un trío de barceloneses que a través de los sintetizadores, el piano y las melodías de voz dan vida a una música muy especial, con un buen componente onírico que le viene perfecto al juego. A través de la música de Berlinist nos vamos desenvolviendo por los diversos niveles y escenarios de GRIS, sintiendo cómo todas esas emociones nos inundan por completo.
Se trata de un trabajo redondo que, por supuesto, se adapta por completo a la intencionalidad del juego, a cada momento de riesgos, de emoción, de intensidad, de felicidad… Los miembros de Berlinist han reconocido que componer música para un videojuego no es precisamente sencillo, y que han tomado como referencia a artistas comerciales, como Yann Tiesen, pero también a grandes compositores de bandas sonoras de videojuegos, como los responsables de Final Fantasy o de los juegos del TEAM ICO.
De qué nos habla GRIS
La historia de GRIS se desarrolla en torno a la protagonista del mismo nombre, una chica joven que acaba de tener una experiencia traumática y que, como suele decirse, lo ve todo negro. Durante las primeras fases del juego, de hecho, el escenario estará simplemente en blanco y negro, con matices en gris. A lo largo de nuestro camino en el juego iremos superando obstáculos, lo que nos llevará a “ganar colores”, que nos permitirán desbloquear también las habilidades de nuestra protagonista. El gris ya ha dejado paso al rojo, al azul…
La mecánica del juego se imbrica de manera perfecta con su apartado visual, porque necesitamos de los colores para poder seguir adelante, para superar un nivel tras otro, consiguiendo así que nuestra protagonista tenga todos sus poderes, todas sus habilidades, para ver la vida de otra forma. Es un trayecto en el que no hay un premio o una meta al final, simplemente importa el camino, el superar los escollos para atrevernos a llegar más allá.
Qué más podemos esperar de Nomada Studio
Nomada Studio ha dado un golpe en la mesa con este debut que supone uno de los juegos más interesantes e inspiradores aparecidos en el pasado 2018, aunque disfrutados en este 2019, ya que salió a finales del año pasado. Las críticas que han recibido son inmejorables, y gracias al éxito de ventas, está claro que estos desarrolladores barceloneses podrán seguir sacando nuevos juegos. ¿Qué nos espera después de GRIS? Pues parece que Nomada seguirá por el sendero de crear juegos preciosistas en los que la jugabilidad sea algo casi secundario frente a todo lo que nos ofrece sensorialmente el juego. Habrá que seguir muy de cerca a estos chicos porque vienen a darlo todo.