Hay debates que en los últimos años se han vuelto mucho más encarnizados. Tal vez por el cambio que se viene dando en la sociedad, en diferentes temas, que son trasversales y acaban afectando a casi cada parcela de nuestra realidad. Tal vez por la forma en la que se dan, alistándose cada cual en un extremo, sin opciones a los grises o posiciones intermedias. Dentro del feminismo, por ejemplo, que está teniendo mucho auge en estos tiempos recientes, existen también debates internos que plantean disyuntivas muy complejas. Por ejemplo, el tema de la prostitución como símbolo de la objetivización sexual de la mujer o como muestra del empoderamiento. ¿Si una mujer puede hacer lo que quiera con su cuerpo, no sería lógico que se la permitiera entregarse al sexo para ganarse la vida? Las discusiones se llenan de tabúes y barreras morales, algo que termina afectando también al propio debate.
La prostitución es hoy por hoy un gran problema, en la manera en la que ha llegado a nuestros días, como una herramienta de algunos grupos para sacar mucho dinero explotando sexualmente a las mujeres. Ellas no suelen tener el poder de decisión a la hora de implicarse en sus servicios con tal o cual cliente. Simplemente viven en burdeles o en casas, hacinadas y bajo el yugo del proxeneta, esperando al siguiente hombre que quiera tener sexo con ellas. Pero esa imagen de la prostituta marcada, que es real y por supuesto está muy expandida, no es la única. También hay escorts que han decidido, por propia voluntad, involucrarse en un negocio que resulta indudablemente lucrativo. Cuando una mujer tiene la potestad de ofrecer sus servicios sexuales o de acompañamiento, por su propia cuenta, puede llegar a ganar mucho dinero. Y seamos francos, en el mundo en el que vivimos, esto marca una diferencia abismal con otros trabajos. La ética de “todo por el dinero” se viene abajo cuando tenemos que levantarnos cada día antes del amanecer para ir a un trabajo que odiamos, y todo para llegar a fin de mes con el agua al cuello. Las prostitutas que van por libre, en cambio, tienen acceso a muchos más ingresos, y eso es un punto definitivo para que muchas se unan.
Hay una obsesión en esta etapa de nuestra historia por ser diferentes al resto. Por aprovechar cada segundo de la vida como si fuera el último y hacer que cada día sea diferente, único, inolvidable. Una paradoja que se demuestra imposible en el mismo instante en el que lo intentamos de verdad. Incluso para las vidas más aventureras, los días siempre terminan siendo parecidos. La vida es corta y hay que aprovecharla, pero cada año tiene 365 días. Eso significa que, de media, vamos a vivir en torno a 30.000 días a lo largo de nuestra existencia. Es imposible que al final esas jornadas no terminen pareciéndose, y de hecho, es casi recomendable tener cierta rutina. Buscar la diversidad en nuestro día a día es muy positivo, pero no a toda costa. El querer destacarnos de los demás nos permitirá profundizar en nosotros mismos, pero tampoco debemos hacerlo a cualquier precio.
De hecho, lo más probable es que las vidas más intensas y destacadas lo hayan sido por pura necesidad, no por un deseo intrínseco de buscar esa existencia plena. Cuando alguien pasa por un montón de trabajos, viaja mucho y cambia constantemente de lugar de residencia hay una historia muchas veces compleja detrás. Es el caso de Maya Angelou, una celebridad afroamericana nacida hace casi un siglo en St Louis, que se convirtió en todo un icono de la cultura norteamericana en la segunda mitad del siglo XX. Y lo hizo sobreponiéndose a todo tipo de adversidades, luchando por demostrar su talento y su valía en un mundo en el que una mujer negra no era tenida en cuenta. Maya abrió muchos caminos para todas las que llegaron después, como la propia Oprah Winfrey ha reconocido en numerosas ocasiones. Se convirtió en reportera, poetisa y activista por los derechos humanos, pero también fue cocinera, bailarina, cantante e incluso prostituta. Angelou llevó con orgullo todos aquellos oficios hasta el día de su muerte, en 2014. Su legado continúa siendo recordado a día de hoy no solo por todo lo que ha influido en la cultura moderna, sino también por la valentía que siempre demostró al tratar todo tipo de temas con la verdad por delante.
A finales del año 2017, la palabra postureo pasó a formar parte, oficialmente, del idioma español, al entrar en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Un lenguaje hablado por millones de personas en todo el mundo, con diferentes versiones, casi por cada país o por cada región en la que se utiliza, y que sigue evolucionando. Porque a pesar de lo que muchos piensan, el lenguaje no está escrito en piedra, sino que es un ente vivo y mutable que se adapta a los tiempos. De hecho, el ejemplo de la palabra postureo viene como anillo al dedo para explicar este avance. Esa palabra, tan utilizada en la última década, se erige como una necesidad para nuestro lenguaje en unos tiempos donde la apariencia es más importante que nunca. El postureo se ha multiplicado, y este nombre ha conseguido canalizar todas esas opiniones al respecto de las personas que solo lucen en apariencia y de forma impostada.
Podíamos definir lo que era el postureo antes de contar con este término, pero gracias a él, nuestra visión de la realidad se ha vuelto mucho más clara y concreta. Y es que cuando algo no se puede nombrar como tal es como si no existiera. Si necesitamos una frase entera para definir una acción, pero no tenemos un verbo con la que llamarla, nos encargaremos de dar solución a ese problema. Ha ocurrido con este término y seguirá ocurriendo con otros muchos, como viene pasando, de forma natural, a lo largo de la historia. Por pura necesidad, por precaución, por la intención de ser más concretos o tal vez más difusos con nuestro lenguaje… La lengua es un arma muy poderosa que puede cambiar nuestra percepción del mundo por completo, y una muestra perfecta la tenemos en los eufemismos, que son vocablos utilizados para evitar ciertas palabras tabú. Desde las típicas frases para ir al baño hasta los nuevos términos que están intentando volver al lenguaje más políticamente correcto. Para algunos, una manipulación muy rastrera. Para otros, simple evolución, como lleva ocurriendo con la palabra prostituta y sus sinónimos desde hace siglos.
Según recientes estudios, más de un 20% de las parejas entre los 18 y los 30 años se han grabado alguna vez teniendo sexo. Es algo que, gracias a las nuevas tecnologías, resulta hoy más sencillo que nunca, las cosas como son. De hecho, basta con tener un móvil con una cámara decente y buscar un buen ángulo. Estos vídeos, por supuesto, suelen quedarse en privado, y sirven para que la propia pareja se recree en su placer, para que compartan opiniones al respecto del sexo… A muchos les encanta verse disfrutando en la cama, aunque para otros esto es algo bastante vergonzoso, incluso cuando solo lo comparten con una pareja. En algunos casos, estas parejas deciden abrirse al mundo y colgar los vídeos en la red, para mostrar al resto de mortales cómo de bien se lo pasan en la cama… y en la ducha, el jardín… El porno amateur de parejas se ha convertido en uno de los géneros más populares en las plataformas online actuales, donde muchos suben su propio contenido a canales propios.
Y es que hay personas que no tienen tabúes a la hora de mostrarse haciéndolo ante una cámara, siempre que sea en la compañía de su pareja. Esto es algo que llama mucho la atención porque al fin y al cabo, el mundo del porno siempre ha sido visto como promiscuo. Una industria donde una chica puede estar con decenas de hombres en un año, grabando escenas diferentes con cada uno de ellos, e intimidando de esa manera tan especial. Los actores y actrices son profesionales por encima de todo, y esos encuentros quedan normalmente en el lugar de trabajo, pero a veces es imposible que no salte la chispa. Cuando estás con una persona dejándote llevar por el deseo más intenso que has probado jamás, por mucha cámara que haya delante, tú sientes esa conexión. Tanto es así que en muchas ocasiones, los propios actores porno han terminado siendo pareja en la vida real, más allá de sus escenas juntos. Es una tendencia que se ha mantenido con el tiempo y que sigue siendo bastante habitual hoy en día, por ciertas razones que también vamos a explicar a continuación. Lo interesante es entender que incluso cuando tienes una pareja dentro del porno, la libertad para estar con otros actores debe ser total.
Apenas hace unas décadas que convivimos con esta nueva tecnología, pero Internet ya ha logrado revolucionar por completo nuestras vidas, incluso las de aquello que todavía no son capaces de entender el verdadero impacto de la red de redes. De hecho, seguramente tengamos que esperar un poco más para poner en contexto la magnitud del cambio que Internet ha traído consigo, a todos los niveles. La sociedad ahora tiene acceso a un mundo virtual donde puede expresarse, aprender, enamorarse, comprar, trabajar e incluso pasar a la posteridad, logrando hacerse viral y famoso. Son muchos los cambios que hemos vivido en estas dos últimas décadas, donde Internet se ha democratizado y ha llegado a muchos más hogares, incluso a nuestros propios teléfonos móviles. La posibilidad de conectarnos desde cualquier lugar a esta inmensa red de información y entretenimiento ha sido el salto definitivo para hacerla indispensable en nuestras vidas.
Basta con imaginar cómo hubiera sido el confinamiento estricto de varias semanas en 2020 si no hubiéramos tenido Internet en casa. Las series, los vídeos y la música nos ayudaron a paliar mejor toda esa ansiedad que estábamos sufriendo. Pero no solo eso, sino que Internet también nos permitió seguir trabajando y ser productivos desde casa. El trabajo virtual es cada vez más común, y hoy por hoy ya son muchos los freelancers que pueden llevar a cabo sus negocios sin salir de su hogar, con la única ayuda de un ordenador y de una línea de Internet. No todos los trabajos son iguales, por supuesto, pero incluso los más físicos también han logrado aprovechar las ventajas de la red de redes. La prostitución, por ejemplo, se ha aprovechado de las opciones más beneficiosas que Internet ofrece, como la facilidad de contactos o la rapidez para encontrar a un público interesado en sus servicios. Aquí vamos a analizar los beneficios que Internet ha traído a este sector del sexo profesional.
La lectura es uno de los mayores placeres que existen, y si bien es cierto que muchas personas ponen siempre como excusa la falta de tiempo para poder leer más, en los últimos meses hemos visto como la situación se ha revertido “gracias” a la pandemia. 2020 fue un año maldito para muchos, pero también nos dejó cosas buenas, o al menos cosas que nos reconectaban con todo aquello que habíamos podido olvidar o dejar atrás, como el simple hecho de sentarnos con tranquilidad a leer un buen libro, ahora que teníamos tiempo de sobra y no podíamos salir a la calle. Reconectar con la lectura ha permitido además que muchos puedan sacar toda esa frustración que llevaban dentro por culpa de la pandemia, y que se pudiera viajar, aunque fuera mentalmente, en los tiempos de confinamiento.
Siempre se alude a que hay que esforzarse por crear el hábito de la lectura en los niños pequeños y en los más jóvenes, pero al fin y al cabo, leer no tiene que ver con la edad y cualquier puede disfrutar de ese maravilloso placer que es sumergirse en las páginas de un buen libro. Incluso puede ser una actividad social, aunque la mayoría la entienda como algo en soledad. Los clubes de lectura son una de las mejores alternativas para poder dedicarle más tiempo a este hobby, y hacerlo además junto a otras personas que tienen los mismos intereses que nosotros, convirtiendo una actividad íntima en una manera de conocer gente y de entablar interesantes conversaciones con otros amantes de la lectura. Tal vez te hayas interesado alguna vez por entrar en algún club de lectura, pero por la falta de espacio o de tiempo no hayas podido concretarlo. ¿Y si creas tú uno por tu cuenta y buscas a tus lectores? Puede parecer algo muy complicado desde fuera, pero te aseguramos que siguiendo estos consejos será mucho más fácil.
Cuando una mujer llega a los 60 años la edad se hace más evidente que nunca. Canas, arrugas, los primeros achaques… Y sin embargo, sigue siendo una edad estupenda para mantenerse coqueta y vestir a la moda, o como más te guste. Porque con 60 años tu vida puede seguir siendo perfectamente pública y normal, desde salir a tomar copas hasta hacer cualquier tipo de ejercicio, ir a espectáculos, al cine con las amigas, con tu marido… Parece que a partir de ciertas edades la ropa ya tiene que ajustarse a ciertos cánones, como si hubiera “prendas de mayor” y “prendas de jóvenes”. Sin embargo, encontrar nuestro propio estilo a esta edad también puede ser un reto, llevando prendas con elegancia, que nos favorezcan, y que no nos hagan tener ese sentimiento de ser “abuelas”, lo seamos o no realmente, que eso es algo aparte.
La moda no se acaba cuando cumplimos 50 o 60 años, ni mucho menos. De hecho, dependerá de nuestro propio gusto, de nuestro propio estilo, elegir el tipo de ropa que queremos llevar. ¿Por qué una mujer de esa edad no puede ponerse faldas o vestidos más ceñidos, si todavía tiene piernas y cuerpo para lucir? La decisión estará en nuestras manos, porque al fin y al cabo somos nosotras las que debemos entender mejor que nadie lo que queremos a la hora de vestirnos. Nosotros te vamos a dar algunos consejos que seguramente te resulten útiles para comprender mejor todo esto de la moda más allá de los 60. Descubrirás que hay muchísimas opciones y que todavía están es una edad maravillosa para sentirte joven, porque lo eres, y la ropa te ayudará a conseguirlo, con un look renovado y casual.
Es sin duda uno de los deportes más interesantes que existen, no tan cansado y exigente como otras prácticas deportivas, lo que permite que prácticamente cualquiera pueda jugar a él durante toda su vida, y que se haya convertido en un juego de estrategia y talento, más que de físico. El golf siempre ha sido visto como un deporte de élite, aunque en los últimos tiempos la cosa se está democratizando mucho. Hoy por hoy encontramos campos de golf casi en cualquier provincia, con precios asequibles para poder jugar unos hoyos, y el equipamiento que necesitamos tampoco es excesivamente caro. Se trata, además, de un deporte con una gran carga social a su alrededor, que se practica normalmente en compañía de más gente, rivales pero a la vez amigos, y da lugar a reuniones y conversaciones muy interesantes.
Tal vez hayas visto alguna vez la famosa Ryder Cup, el campeonato que enfrenta a Europa y Estados Unidos por la hegemonía del golf mundial, o también hayas presenciado, de pasada en las noticias, la victoria de alguno de los más importantes golfistas en campeonatos populares a uno y otro lado del océano. Puede que incluso te haya llamado la atención todo esto del golf, pero nunca te hayas atrevido a dar el paso definitivo y practicarlo. Tal vez por pensar que es demasiado complicado, o demasiado caro. Sin embargo, nosotros te vamos a enseñar que aprender a jugar al golf no es tan complejo como te piensas, y te vamos a dar buenos consejos para que puedas comenzar en este magnífico deporte, que no solo te ayuda a estar en forma, sino también a despejar tu mente.
Cuando el dibujante y creador de manga Akira Toriyama dio vida a Goku en el primer tomo de Dragon Ball, allá por 1984, seguro que jamás imagino que su personaje llegaría a convertirse en todo un icono del país del Sol Naciente y en un ídolo en todo el mundo. El manga de Dragon Ball pronto se convirtió en un éxito, y dio pie a un anime que se hizo muy popular no solo en Japón, sino en todo el planeta. Para los niños que crecieron en los 90, Goku era su superhéroe, su Superman particular. El tremendo éxito de la saga ha dado pie a un montón de productos de marketing de todo tipo, desde series hasta películas, pasando por videojuegos, novelas e incluso comida con los personajes de la historia.
Y es que la trama de Dragon Ball no es excesivamente original, porque al final estamos hablando del típico camino del héroe que debe convertirse en defensor de los demás, en una lucha titánica entre el bien y al mal que siempre va un paso más allá, cuando creíamos haberlo visto todo. Más allá del manga y la serie de televisión, parece que donde más ha triunfado la saga es en el sector de los videojuegos, lanzando multitud de títulos desde hace años, y convirtiéndose en toda una referencia, especialmente en el terreno de los juegos de lucha y peleas, un terreno perfecto para controlar a Goku, Krillin, Vegeta y demás personajes, sintiéndonos en la piel de un auténtico saiyayin con esos poderes desorbitados.
El cine de animación vivió una época dorada durante la primera mitad del siglo XX, gracias sobre todo a los aportes de los estudios Disney, auténticos creadores de sueños animados en la pantalla. Siempre se habla de la importancia de Walt Disney en el estilo, en los personajes y en las tramas de aquellas primeras películas que supusieron un éxito como jamás se había visto antes en el mundo del séptimo arte. Pero Disney no estaba solo, ni muchísimo menos. A su lado, casi como una sombra, siempre estaba el bueno de Ubber Iwerks, un animador al que conoció siendo aún un joven con mucho futuro, y con el que trabajó durante años, en dos etapas diferentes, desarrollando multitud de ideas, personajes e historias.
El nombre de Walt Disney es de sobra conocido en el mundo entero, ya que su empresa es hoy en día un emporio gigantesco que no solo realiza películas de animación, sino que también se ha apoderado de sagas de ficción real, y que es una máquina perfecta de merchandasing, desde productos para los más pequeños hasta sus increíbles parques temáticos en medio mundo. Sin embargo, la figura de Iwerks apenas ha sido reconocida, aunque los expertos siempre coinciden en señalar su importancia vital en los primeros años de la industria de la animación, de la mano de Disney. En este artículo te vamos a descubrir mucho más sobre quién fue Ub Iwerks y por qué debería reconocérsele mucho más.